Existen múltiples agentes embolizadores para el tratamiento de las malformaciones vasculares. Desde un punto de vista práctico se dividen en materiales líquidos y sólidos: Agentes líquidos Son los que se emplean con mayor frecuencia. Dentro de este grupo se incluyen los [[cianoacrilato|cianoacrilatos]], el copolímero de etilen-vinil alcohol (Onyx) y el alcohol. Presentan la ventaja frente a otros materiales de embolización de tener una mayor facilidad de penetración en la malformación, producir una oclusión vascular permanente y la capacidad de ser liberados por medio de catéteres muy finos y flexibles que pueden ser manipulados de una forma atraumática en los lechos vasculares más distales.