Una vez seleccionada la vía de abordaje (en la actualidad el 80% de los casos se realiza por la arteria radial por punción en la muñeca) y luego de aplicarle anestesia local al enfermo, se coloca una vaina de plástico con válvula (introductor que permite el ingreso e intercambio de todo el material que se utiliza). A través de éste se ingresan los catéteres tanto diagnósticos como terapéuticos, que el operador hace navegar dentro de la luz arterial sobre una guía metálica muy fina y delicada.