A medida que una sociedad avanza, el componente calidad de vida es más valorado.

La consideración multidimensional de calidad de vida surge de la definición de salud propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define ésta como un estado de completo bienestar a nivel físico, social y psicológico y no meramente la ausencia de enfermedad.

En todos los campos de la medicina clínica, hay una creciente conciencia de que los resultados deben ser evaluados en términos de calidad de vida y coste-efectividad, en lugar de limitarse solo a la duración de la supervivencia. Este es especialmente el caso cuando se considera la craniectomía descompresiva para la lesión cerebral traumática grave. El procedimiento en sí es técnicamente sencillo.

Un número de estudios han demostrado que muchos pacientes van a tener una buena recuperación a largo plazo, sin embargo, esto no siempre es el caso y un número significativo presentan un grave deterioro neurocognitivo. Por desgracia, muchos de estos pacientes son adultos jóvenes, y esto plantea una serie de cuestiones éticas relacionadas con el consentimiento y la asignación de recursos (Honeybul y col., 2012).

ver Promoción de la salud y calidad de vida.

Hasta la década de los noventa, la literatura científica en el campo de la neurooncología se ha basado en la eficacia terapéutica definida como el grado de respuesta al tratamiento y la supervivencia de esta población, dejando en un segundo plano la equidad entre la morbilidad de las estrategias terapéuticas y la calidad de vida (CV) de dichos pacientes.

A pesar de los avances científicos y tecnológicos en este área, la tasa media de tiempo de supervivencia oscila entre 10 y 60 meses, en función de la histología de la masa tumoral y de los tratamientos recibidos, entre otros factores. Por todo ello, y de acuerdo con el objetivo principal de los tratamientos oncológicos, actualmente se potencian los métodos y técnicas que mejoran la CV a corto y medio plazo, así como minimizan la neurotoxicidad, convirtiéndose en aspectos fundamentales de la práctica clínica asistencial para el abordaje de pacientes con tumores cerebrales.

El estudio de la CV se está convirtiendo en un aspecto relevante dentro del campo de la salud, y de una forma especial en el área de la neurooncología, debido a la información que aporta sobre la situación clínica de los pacientes. Además, este constructo va adquiriendo un papel más decisivo en la selección de las técnicas terapéuticas a utilizar, ya que se deberá tener en cuenta la neurotoxicidad y el impacto negativo de éstas, de acuerdo al objetivo de los tratamientos oncológicos (alargar la supervivencia sin comprometer la CV).

En la actualidad, la evaluación de la calidad de vida requiere combinar la aplicación de instrumentos generales de este constructo, que representan el carácter multidimensional del mismo, junto con módulos específicos para cada localización tumoral. Esto permite recoger información relativa a la morbilidad y toxicidad de los tratamientos aplicados en esta población oncológica específica (Sanz et al. 2006).

Teniendo en cuenta que el FACT-Br es un cuestionario específico y rápido, puede ser una opción valiosa y sencilla en la evaluación de la calidad de vida en pacientes con tumores cerebrales con buena capacidad funcional (Gazzotti et al. 2011).

Bibliografía

Gazzotti, Mariana R, Suzana M F Malheiros, Marcela Batan Alith, Oliver Nascimento, Ilka Lopes Santoro, José R Jardim, y Milena Vidotto. 2011. «Quality of life and physical limitations in primary brain tumor patients». Quality of Life Research: An International Journal of Quality of Life Aspects of Treatment, Care and Rehabilitation (Abril 22). doi:10.1007/s11136-011-9908-5. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21512831.

Honeybul, Stephen, Grant Gillett, Kwok Ho, and Christopher Lind. 2012. “Ethical Considerations for Performing Decompressive Craniectomy as a Life-saving Intervention for Severe Traumatic Brain Injury.” Journal of Medical Ethics (July 17). doi:10.1136/medethics-2012-100672. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22807572.

Sanz A., María Eugenia Olivares, Cristóbal Saldaña, y Alfonso Roa. 2006. «CALIDAD DE VIDA DE PACIENTES CON TUMORES CEREBRALES: PANORAMA ACTUAL». PSICOONCOLOGÍA 3 (1): 91-105.