Uno de los problemas de la cirugía de la columna anterior fue encontrar un material fiable para la reconstrucción.

Las propiedades de hueso autólogo prometían buenos resultados, pero el depósito del cuerpo humano para tales reemplazos está limitado y la estabilidad fue dependiente de la localización anatómica del sitio.

En la cirugía extensa, una gran cantidad de injerto óseo produce una morbilidad significativa en la zona donante.

Se utiliza la cresta ilíaca o costillas, pero para corpectomía amplia, era necesaria la inserción del peroné o de la tibia.

La introducción de los implantes metálicos intentó superar las dificultades antes mencionadas.

Estos implantes fueron fijadas en la cara anterior o lateral de la columna vertebral apoyando la función del injerto óseo.

Los siguientes implantes fueron espaciadores metálicos, siendo el papel del hueso un complemento biológico para el implante metálico.

véase malla de MOSS