Esta complicación se produce habitualmente a consecuencia del estrés al que está sometido el sistema de derivación de líquido cefalorraquídeo durante el crecimiento corporal en el caso de haber sido implantado durante la infancia. Otras causas incluyen el fallo de los materiales de la derivación o la conexión incorrecta de los componentes durante la operación quirúrgica ¹⁾.

La disfunción del sistema de derivación (SD) secundaria a ruptura o desconexión puede tener lugar en cualquier punto del sistema.

Las zonas de más riesgo son las de conexión y gran movilidad, como en la zona lateral del cuello. Las válvulas que han estado colocadas durante cierto tiempo llegan a fijarse con frecuencia por el desarrollo de un tejido fibroso alrededor del catéter. Éste también experimenta una mineralización y biodegradación, que unido a lo anterior contribuye a la rotura del catéter con el crecimiento. La continuidad de una derivación puede valorarse mediante palpación del trayecto.

Si se sospecha una desconexión del sistema habrá que buscar acúmulos de líquido cefalorraquídeo LCR a nivel subcutáneo.