El entrenamiento quirúrgico en Neurocirugía puede resultar peligroso para los pacientes si no se realizan prácticas operatorias en el laboratorio mediante modelos simuladores.
Los modelos pueden ser animales, pero estos requieren de procedimientos de mantenimiento, anestesia, personal auxiliar y laboratorios más costosos y tienen limitaciones para los entrenamientos repetitivos. Por otra parte, además de los problemas legales que acarrea el uso de animales para la experimentación, no existe similitud entre los cerebros de los animales y el cerebro humano. Se utilizan también modelos plásticos y de otros materiales, que copian las estructuras del sistema nervioso y sus cubiertas. Estos tienen el inconveniente de un elevado costo.
En la actualidad se experimenta con programas cibernéticos de realidad virtual para simular operaciones neuroquirúrgicas en aceptables ambientes visuales, pero carecen de la plasticidad natural necesaria para la sensibilidad táctil, indispensable en la formación de habilidades manuales quirúrgicas. Se trata además de equipos muy caros.
Tradicionalmente se han empleado con resultados satisfactorios los entrenamientos neuroquirúrgicos en cadáveres, pero el aprendizaje de las técnicas neuroendoscópicas, con posibilidades repetitivas en diferentes horarios según la conveniencia de los usuarios y en locales fuera de los departamentos de Anatomía, requiere la preparación de modelos especiales cráneocerebrales independientes.
La neuroendoscopía, por sus muchas posibilidades para el tratamiento de lesiones intraventriculares y cisternales con el menor daño posible a las sensibles estructuras del sistema nervioso central, es un método quirúrgico de imprescindible inclusión en los programas para el entrenamiento de residentes y especialistas jóvenes en las escuelas modernas de Neurocirugía. Con las estrategias pedagógicas tradicionales, la falta de dominio de estas habilidades es una realidad entre la mayoría de los neurocirujanos en el mundo.
La formación educativa en las especialidades quirúrgicas se está convirtiendo en un problema importante en nuestra práctica diaria y requiere de instalaciones adicionales de capacitación (Regelsberger y col., 2011).
Clipaje y anastomosis vascular
El modelo de rata de PVC, así como el kit de PVA vascular es una herramienta perfecta para anastomosis microvascular. Es un modelo perfecto para la práctica de aplicación de clips (Spetzger y col., 2011).
Bibliografía
Regelsberger, J, O Heese, P Horn, M Kirsch, S Eicker, M Sabel, and M Westphal. 2011. “Training Microneurosurgery - Four Years Experiences with an in vivo Model.” Central European Neurosurgery 72 (4) (November): 192-195. doi:10.1055/s-0030-1261906.
Spetzger, Uwe, Andrej von Schilling, Till Brombach, and Gerd Winkler. 2011. “Training models for vascular microneurosurgery.” Acta Neurochirurgica. Supplement 112: 115-119. doi:10.1007/978-3-7091-0661-7_21.