La mejora continua de la calidad se caracteriza por intentar anticiparse a la aparición de los problemas. Incide en el diseño de procesos, buscando prevenir errores antes que solucionar problemas ().

Su filosofía es que “todo proceso, aunque esté bien hecho, es mejorable” (Ishikawa). La implicación voluntaria de los profesionales en el proceso de mejora es un elemento fundamental en el éxito de esta estrategia.

Es preciso instalar en el Servicio y en Sección de Hidrocefalias y trastornos de la dinámica de líquido cefalorraquídeo un ciclo evaluativo como método de garantía de calidad.

Consiste en una sucesión de etapas, en forma circular, que tienen como fin el aseguramiento de la calidad de un servicio. Las etapas del ciclo evaluativo son (Palmer 1983):

1. Identificación y priorización de problemas o áreas de mejora

2. Definición de criterios y estándares

3. Diseño del estudio de evaluación

4. Recogida y análisis de datos

5. Propuesta de medidas de mejora

6. Implantación de las medidas propuestas

7. Reevaluación (y se vuelve a iniciar el ciclo con nuevas identificaciones de problemas).