La dirección participativa por objetivos pretende integrar a todos los profesionales en los procesos de dirección y gestión hospitalaria con el fin de alcanzar una mayor eficacia mediante una mejor utilización de los recursos, creando un espíritu de empresa y motivando al personal, hacíendoles participar en los objetivos a conseguir.

La dirección por objetivos implica una participación en las decisiones y la delegación de responsabilidades. Las ventajas de este sistema son: información más completa de la actividad a desarrollar; decisiones más apropiadas; mayor flexibilidad en la adopción de soluciones; mayor motivación para la ejecución; mejora del trabajo en equipo; desarrollo de iniciativas; aumento de competencias entre grupos y clasificación de dependencias.

La motivación será clave para el correcto funcionamiento de un servicio. La motivación consistirá en este caso en orientar las voluntades de las personas hacia el objetivo de conseguir la máxima calidad asistencial. Existen diferentes formas de motivar, siendo la incentivación una de ellas pero no la única. Otras podrían ser: participación en el proceso; promoción; autonomía y formación.

2.1 Objetivos genéricos de un Servicio de Neurocirugía: