Esta metodología acopla la inhalación de xenón estable con TAC.

Durante la inhalación del xenón, ocurre un incremento tiempo-dependiente en la densidad del tejido cerebral debido a la difusión del xenón desde la sangre hacia los tejidos. Esto facilita el cálculo cuantitativo del flujo sanguíneo cerebral, a partir de la densidad tomográfica utilizando la ecuación de Kety-Schmidt.

La principal ventaja de la prueba es proporcionar información cuantitativa de alta resolución, acoplada a la anatomía de la tomografía computada.

Asimismo, se puede combinar el análisis con la utilización de acetazolamida para evaluar la reserva vascular en pacientes con enfermedad vascular oclusiva.

La tomografía computarizada con xenón estable puede ser útil en la selección de pacientes apropiados para terapia trombolítica.

En algunas series de pacientes con oclusión de la arteria cerebral media, evaluados entre dos a seis horas a partir del ictus, se encontró que los territorios con FSC entre 0 a 10 ml/100g/min procedieron de manera inevitable al infarto, a pesar de trombolisis exitosa.

Asimismo, este grupo de enfermos se encuentra en mayor riesgo de sufrir hemorragia intraparenquimatosa postrombolisis.