El complejo atloaxoideo es único porque sirve de zona de transición entre la base craneal y la móvil columna cervical.
Es la agrupación de articulaciones más complicadas en el ser humano.
A partir de la ausencia de disco intervertebral en dicho complejo, la motilidad y estabilidad de esta zona dependen de la disposición de huesos y ligamentos.
En contraste con la extrema movilidad Cl-C2, la base craneal es relativamente inmóvil en relación con el atlas.
Ambos, la base del cráneo y el atlas tienden a moverse como una unidad respecto a C2.
El atlas, a su vez, funciona absorbiendo y equilibrando fuerzas para integrar el control de movilidad entre el occipital y el axis.
Las articulaciones occipito-atloideas son estructuras pares formadas por los cóndilos occipitales, convexos caudalmente, que se localizan en el aspecto inferior del agujero magno y se unen a las superficies superiores de las masas articulares del atlas.
Estas articulaciones, también conocidas como cavidad glenoidea, están unidas por cápsulas articulares, estructuras ligamentosas gruesas en la parte posteroexterna y delgadas internamente que proveen poca estabilidad por su laxitud.
Se refuerzan lateralmente por el ligamento occipito-atloideo que va desde el proceso transverso del atlas hasta el proceso yugular.
Entremezcladas con la parte externa de los ligamentos capsulares están las membranas atlanto-occipital anterior, insertadas desde el borde anterior del agujero magno al borde superior del arco anterior del atlas y la delgada membrana atlanto-occipital posterior que une el borde posterior del agujero magno al arco posterior del atlas.
Los ligamentos que brindan mayor fortaleza al complejo occipito-atlo-axoidea son: el ligamento transverso, uno de los más fuertes y gruesos de toda la columna, inflexible, limita la flexión extensión del segmento C1-C2, y la traslación horizontal del atlas, limita y a su vez permite la rotación de C1 sobre C2.
Los ligamentos alares, esenciales para comprender la fisiopatología de estas lesiones, son relativamente elásticos y funcionan limitando la rotación occipitoatloidea.
Ellos en conjunto permiten que dicha articulación lleve a cabo una flexión extensión de 13 grados.
La flexión de la cabeza sobre el cuello se limita por la membrana tectoria y por el contacto del basión sobre el arco anterior de C1.
La rotación en esta articulación está limitada por la configuración anatómica occipito-atloidea, y ésta ocurre a otros niveles de la columna cervical (alta y baja).
La traslación normal se considera sólo de 1 mm.