Las hemorragias retinianas son sangrados en las láminas microscópicas de la retina o cerca de las mismas.
Las hemorragias retinianas son un hallazgo importante en niños con traumatismo craneoencefálico por maltrato y accidental. No existen protocolos estandarizados y validados para describirlas de una manera consistente (Tandon y col., 2011).
El mecanismo de la hemorragia retiniana en el contexto del traumatismo craneoencefálica por maltrato no ha sido aclarado. La hemorragia puede ser prerretiniana, intrarretiniana y subretiniana.
Asimismo, el tamaño y la forma de las lesiones hemorrágicas pueden cambiar.
Una descripción detallada o la fotografía de los hallazgos durante una exploración de la retina con dilatación mediante oftalmoscopia indirecta, realizada preferiblemente por un oftalmólogo, es vital en caso de sospecha de traumatismo craneoencefálico por maltrato.Es preferible realizar la exploración ocular de forma precoz, antes de que el edema cerebral u otros factores puedan interferir en la interpretación de los hallazgos.
El hallazgo de hemorragias retinianas no es necesariamente específico. Estas se observan en una gran variedad de trastornos médicos. Algunos ejemplos son el nacimiento por vía vaginal (las hemorragias tienden a ser asintomáticas y desaparecen aproximadamente al mes), las coagulopatías, el traumatismo accidental, la hipertensión, el aumento de la presión intracraneal, el papiledema, algunas enfermedades metabólicas, las toxinas, las infecciones, los trastornos del colágeno y la vasculitis.61 Debe destacarse que la mayoría de estas enfermedades pueden descartarse por los datos de la historia, con la exploración física y con las pruebas de laboratorio.
La incidencia documentada de hemorragias retinianas en el traumatismo craneoencefálico por maltrato oscila entre el 35 y el 100%, y los estudios más recientes habitualmente refieren una tasa de aproximadamente el 80%; se ha descrito un amplio rango de características de la hemorragia en cuanto a su localización y gravedad.64–66 Muchos expertos en este ámbito consideran que las hemorragias retinianas graves en múltiples capas en un lactante por lo demás sano con historia de caídas desde alturas pequeñas son indicativas de lesión inflingida, y la retinosquisis traumática (en la que las capas de la retina están rasgadas y forman una cavidad quística), la hemorragia en vaina del nervio óptico y la hemorragia coroidea o vítrea son hallazgos oculares que deberían aumentar la sospecha de traumatismo significativo.
Varios estudios han demostrado que las hemorragias retinianas sonmuy raras después de una reanimación cardiopulmonar y que cuando aparecen son habitualmente leves en comparación con las de los casos de maltrato infantil.
las lesiones que se observan con más frecuencia junto a la lesión craneoencefálica por maltrato son lesiones de los tejidos blandos, lesiones óseas, hemorragias retinianas y lesión toracoabdominal, pero también pueden observarse lesiones genitales en caso de abuso sexual, quemaduras y negligencia.
La lesión craneoencefálica por maltrato es una causa bien conocida de lesión cerebral en niños menores de 2 años de edad y la mayoría de las lesiones se producen en el primer año de vida.
También debe destacarse que los casos notificados han documentado que se presenta en niños mayores.
En un estudio prospectivo de 66 niños de hasta 36 meses de edad con hematoma subdural, Feldman y col. encontraron que en el 59% de los pacientes la causa de las lesiones fue el maltrato. Estos pacientes tenían una mayor probabilidad de presentar hemorragias retinianas y fracturas que los niños lesionados por accidentes.
Algunos trastornos genéticos y metabólicos pueden presentar una hemorragia extraaxial, así como hemorragias retinianas o anomalías óseas.
Bibliografía
Tandon, A. et al., 2011. Retinal haemorrhage description tool. The British Journal of Ophthalmology. Available at: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21984780
Traumatismo craneoencefálico por maltrato Antonia Chiesa, MD, Ann-Christine Dunhaime, MD http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/501/501v56n02a13150352pdf001.pdf